[FOTOS | ENTREVISTA] Carla Peterson: “Quería llevar nuestro teatro a Washington” - Espectaculos Diario Perfil
La actriz protagoniza Papá se fue de viaje, que ya vendió más de 300.000 entradas. Asegura que no quiere que su carrera afecte a su hijo, y que en Estados Unidos lo que más le costaba del protocolo era la puntualidad.
De Washington se queda con algunas cosas cotidianas. “A veces hay un orden mucho más claro, reglas que hay que cumplir. Las cosas que funcionan son así, no puede venir uno y cambiarlas, y después venir otro y hacer lo mismo”, explica. Si tiene que pensar en lo que más le costó de la vuelta no duda: “Manejar. El tránsito es más ordenado, acá somos distintos. Allá no existe el ‘puedo parar un minutito en doble fila’. Si lo hacés te tenés que enfrentar a un cana de cinco metros y no sabés lo que te va a pasar…”. También dice que vio más atención en el cuidado de lo público, algo a lo que acá todavía no abunda.
- ¿Te costó el protocolo?
- No mucho. Yo acompañaba a Martín y, más que el tener lista una tarjeta de presentación para las reuniones, eran cosas normales como darse la mano. Nada de besos como hacemos nosotros. Cosas de sentido común y no de protocolo. No hubo nada que me haya hecho hacer un esfuerzo mayor, salvo ser súper puntual, algo que a mí me cuesta mucho. Me costaba más entender cómo son los colegios o los cumpleaños de los chicos... Los nenes comen manzana y juegan un rato. Cuando terminan, a la hora y media, cada uno a su casa. Después, se mandan tarjetas de agradecimiento.
- ¿A la hora de elegir un papel, evaluás si podés afectar la campaña de Martín?
- No. La campaña anterior estaba haciendo Venus en piel, digamos que no pegaba mucho. Lo que sí pensaba era que yo me iba todas las noches, Martín estaba todo el día afuera y mi hijo era muy chiquito… Me preocupa mi casa. Nada de lo que pueda hacer arriba del escenario debe afectarlo.
- Volvés al cine con Hernán Guerschuny. ¿La televisión no te tienta?
- Me gustaría hacer tele. Estaría buenísimo que sea algo para acá, pero también para afuera. Cuanto más podamos expandirnos, mejor. Me encantaría volver a trabajar en algo que esté cercano a la gente.
- Viajan menos nuestras ficciones…
- Bueno, eso es difícil. Las cosas que se hacen para aire no tienen el tiempo que necesitan las que se hacen para vender al extranjero. La televisión abierta es la que mantiene todo y hay que tenerla andando siempre. Cuando nos ponemos a pensar cosas para afuera nos salen bien. La capacidad está.
- ¿Creés que encajarías en alguna de las tiras que están al aire?
- En Las Estrellas podría ser la mamá o una tía (ríe). Los que quedan siempre son los galanes. Ellos la pasan bien. Cada vez con chicas más chicas y nosotras, bué… Qué le vamos a hacer.
Alfredo Mera
Espectaculos - Diario Perfil
- ¿Qué es lo que más te gusta de estar de nuevo en Buenos Aires?
- Este es mi lugar, es donde soy lo que soy, y puedo crecer y vivir las cosas desde adentro, siendo, no relatando. Allá es como que relataba, contaba quien era y cómo es Argentina. Allá podía hacer algo para entretenerme, acá lo hago para modificar algo en mí o en los demás. Desde hacer teatro hasta estudiar algo. Siempre pensé que si hubiera nacido en otro país no sería quien soy. En Argentina hay creatividad, con o sin recursos, y se filma de verdad. Acá aprendí a hacer una obra de teatro con nada y que la sala esté llena. No sé si en otro país hubiese tenido las posibilidades que tuve acá.
El sueño de hacer televisión para el exterior
De Washington se queda con algunas cosas cotidianas. “A veces hay un orden mucho más claro, reglas que hay que cumplir. Las cosas que funcionan son así, no puede venir uno y cambiarlas, y después venir otro y hacer lo mismo”, explica. Si tiene que pensar en lo que más le costó de la vuelta no duda: “Manejar. El tránsito es más ordenado, acá somos distintos. Allá no existe el ‘puedo parar un minutito en doble fila’. Si lo hacés te tenés que enfrentar a un cana de cinco metros y no sabés lo que te va a pasar…”. También dice que vio más atención en el cuidado de lo público, algo a lo que acá todavía no abunda.
- ¿Te costó el protocolo?
- No mucho. Yo acompañaba a Martín y, más que el tener lista una tarjeta de presentación para las reuniones, eran cosas normales como darse la mano. Nada de besos como hacemos nosotros. Cosas de sentido común y no de protocolo. No hubo nada que me haya hecho hacer un esfuerzo mayor, salvo ser súper puntual, algo que a mí me cuesta mucho. Me costaba más entender cómo son los colegios o los cumpleaños de los chicos... Los nenes comen manzana y juegan un rato. Cuando terminan, a la hora y media, cada uno a su casa. Después, se mandan tarjetas de agradecimiento.
- ¿A la hora de elegir un papel, evaluás si podés afectar la campaña de Martín?
- No. La campaña anterior estaba haciendo Venus en piel, digamos que no pegaba mucho. Lo que sí pensaba era que yo me iba todas las noches, Martín estaba todo el día afuera y mi hijo era muy chiquito… Me preocupa mi casa. Nada de lo que pueda hacer arriba del escenario debe afectarlo.
- Volvés al cine con Hernán Guerschuny. ¿La televisión no te tienta?
- Me gustaría hacer tele. Estaría buenísimo que sea algo para acá, pero también para afuera. Cuanto más podamos expandirnos, mejor. Me encantaría volver a trabajar en algo que esté cercano a la gente.
- Viajan menos nuestras ficciones…
- Bueno, eso es difícil. Las cosas que se hacen para aire no tienen el tiempo que necesitan las que se hacen para vender al extranjero. La televisión abierta es la que mantiene todo y hay que tenerla andando siempre. Cuando nos ponemos a pensar cosas para afuera nos salen bien. La capacidad está.
- ¿Creés que encajarías en alguna de las tiras que están al aire?
- En Las Estrellas podría ser la mamá o una tía (ríe). Los que quedan siempre son los galanes. Ellos la pasan bien. Cada vez con chicas más chicas y nosotras, bué… Qué le vamos a hacer.
Alfredo Mera
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